La Organización Mundial del Movimiento Scout (OMMS) y la Asociación Mundial de las Guías Scouts (WAGGS) están nominadas al Premio Nobel de la Paz por su contribución a la paz y el diálogo. Esta nominación reconoce las destacadas contribuciones del movimiento scout y el guidismo al empoderamiento de cientos de millones de jóvenes para crear una cultura de paz duradera en sus comunidades desde hace más de un siglo.
La diputada noruega del Partido de la Libertad y excomisionada jefe de Guías y Scouts de Noruega, Solveig Schytz, ha presentado la nominación:
“El movimiento scout se trata de brindar a la juventud las herramientas que necesita para resolver los desafíos del futuro mientras se construye una sociedad civil sólida. Este trabajo es vital para la paz mundial”
“En un momento en que nuestro mundo se ve amenazado por tantos desafíos internacionales, ya sean el clima, las guerras o las pandemias, necesitamos un contrapeso al egoísmo y al nacionalismo. Necesitamos dar a la juventud la oportunidad de unirse en torno a un conjunto de valores comunes y la fe en el servicio, no solo a la propia comunidad, sino a la sociedad internacional”.
¿Por qué la nominación al Nobel de la Paz?
Desde su fundación en 1907 (1912 en España), el escultismo capacita a jóvenes en el liderazgo y las habilidades para la vida. El objetivo es promover la paz y el entendimiento mutuo y prestar servicio en sus comunidades.
El movimiento scout ayuda a construir una cultura de paz duradera. ¿Cómo? Incorporando las ideas de trabajo en equipo, unidad y comprensión intercultural en su programa educativo y en las actividades para jóvenes. Solo durante la última década, la iniciativa emblemática Mensajeros de la Paz del Movimiento Scout Mundial ha inspirado a scouts de todo el mundo a actuar en sus comunidades por la paz y el desarrollo sostenible, contribuyendo con más de 16 millones de proyectos y acciones locales.
Los eventos nacionales, regionales y mundiales del escultismo se organizan en torno a los pilares de la colaboración intercultural y la consolidación de la paz. Dos ejemplos son los jamborees y el JOTA-JOTI, que conectan a millones de jóvenes para que sean ciudadanía activa. Al enseñarles los valores del respeto y el deber, aprenden a construir un mundo que sea más pacífico e inclusivo. La nominación al Premio Nobel de la Paz reconoce más de un siglo de servicio.